Aqui un nuevo pasaje de las desventuras del Sr. C, personaje basado en hechos reales, si bien un poco adornado por la imaginación literaria.
Esa mañana me levanté un poco tarde para lo que era normal, ya eran mas de las 7:00 y aún no había leido el Cinco Dias, ese dia prometía sin duda, una pequeña fusión de empresas de la que habia sido advertido, daría emoción a esa mañana.
No obstante y a pesar de ello, me sentía un poco vacío......¡Ah perfecto! sobre mi mesita de noche una encuesta sobre el edificio que habia repartido mi casero. Tenía cosas que criticar pero no me atreví a decirlos por miedo a represalias. Rellené la encuesta y lo hice de corazón, cuantos recuerdos, sensaciones, olores, nada debía ser pasado por alto.
Me dirigí a la oficina del administrador, habia olvidado lavarme los dientes pero pensé que como le iba a hablar desde lejos no importaba, al fin y al cabo tampoco iba a besarlo. Encuesta en ristre, paso firme y satisfacción por el deber cumplido me dispuse a entrar en la oficina.
Por fín metí mi morro en la oficina, pero vi que ese hombre estaba hablando por teléfono, no debia ser algo importante, así que seguí adentrándome. Para mi sorpresa el administrador me dijo con un gesto seco que me esperara. La encuesta temblaba en mi mano, y por momentos sentí que mi barbilla también.
Al fín hice de tripas corazón y me quedaría en el quicio de la puerta hasta que el administrador terminara de hablar.
Allí escondido en el quicio creo que no me podía ver. Al fin y al cabo puede que fuera importante lo que hablaba, no quería rallarme, pero esa encuesta debía llegar a su escritorio pronto, quizas si diera una zancada rápido...........igual no me vería, cuando se diera la vuelta. Al final no me atreví, pero no fue por falta de valor, fue mas bien por la prudencia que me caracteriza.
Seguro que el administrador estaría deseando escucharme hablar acerca de la noticia del Cinco Días, no se como lo hago que todos suelen quedar perplejos cuando hablo.....lo que pasó en esa oficina,... aun es pronto para contarlo.
Allí escondido en el quicio creo que no me podía ver. Al fin y al cabo puede que fuera importante lo que hablaba, no quería rallarme, pero esa encuesta debía llegar a su escritorio pronto, quizas si diera una zancada rápido...........igual no me vería, cuando se diera la vuelta. Al final no me atreví, pero no fue por falta de valor, fue mas bien por la prudencia que me caracteriza.
Seguro que el administrador estaría deseando escucharme hablar acerca de la noticia del Cinco Días, no se como lo hago que todos suelen quedar perplejos cuando hablo.....lo que pasó en esa oficina,... aun es pronto para contarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario