El día del concierto....3ª parte.

Volvimos a acceder por aquella fea boca de metro, que más parecía, una ...pesadilla... o la puerta de cualquier ambulatorio, además, estaba rodeada de personas desaliñadas de cualquier nacionalidad, menos la española, subimos al vagón, y esta vez lo tenía muy claro, quería tener mi espalda y mi mochila pegada a una pared fija, y así poder ver a todo el personal de frente, teníamos por delante unas 9 paradas, las cuales se hacían interminables, distraídos por tanto personal variopinto, llegamos a la parada de Plaza Cataluña, la cual, al ser muy céntrica, estaba a rebosar, allí nos dirigimos corriendo, sin saber muy bien, por numerosos túneles, pasando hasta dos veces por alguno ellos, sin salir a la superficie, hacia las paradas de los trenes de cercanía, gracias a una empleada del metro de BCN, con peto fluorescente y perro de presa con cara de pocos amigos y contundente bozal, dimos con la vía que nos llevaría hasta Montcada, aunque según sus indicaciones, deberíamos estar muy pendientes porque había varias paradas con la misma denominación, por lo que debíamos bajarnos en la tercera de ellas, accedimos al tren que estaba casi completo, tras un rato de trayecto, salió en superficie, así comprobamos que ya había oscurecido, íbamos de pie justo en el centro del pasillo de la puerta de acceso al vagón, sujetos con un brazo en la barra superior, en una parada accedieron tres personas de baja estatura, mal olor y mal aspecto, dos hombres y una mujer, la cual, tenía un ojo morado y estaba embarazada, no alcanzaba a la barra superior de sujeción y se apoyaba contra mi cuerpo o el de mi amigo, mientras tanto, no paraba de hablar con su marido o novio y su amigo, los cuales, los teníamos cara a cara, pero parecía no importarles la situación, al cabo de algunas paradas se bajaron, por fin. Al poco tiempo, cuando por la ventana se veía que ya no había apenas viviendas, e inseguros por la cuenta mental que llevábamos de las paradas, llegamos a la nuestra, estaba totalmente a oscuras, y supuestamente, próxima al hotel, bajamos en el andén, y la indicación era “cuando bajéis del tren mirad hacia a tras... veréis un edificio gris con un gran punto rojo”, y así fue, allí estaba, cruzamos por la misma vía del tren en plena oscuridad..., entonces me acordé de aquella peli en la que el protagonista se queda con el pie atascado.....de pronto viene el tren...., etc..., la zona era de matorral y había un tren de mercancías abandonado, pero veíamos el punto rojo del hotel encima de una pequeña colina cercana, a mí me pareció que allí rodó M. Jackson el vídeo de Thriller, lo chungo del tema era pensar en la vuelta luego, tras el concierto, varias horas más tarde. Rodeado de naves industriales, y de descampados, allí estaba nuestro hotel de 4 estrellas, con el dependiente joven y simpático, que nos había ayudado telefónicamente a llegar, y al que antes de que nos diera la llave de la habitación ya le habíamos preguntado cómo se llegaba al Olimpic de Badalona. Nos invitó a que subiéramos a la habitación mientras él buscaría la respuesta en Internet, ya que el tren solo funcionaba hasta las 23.00 horas, la solución final fue llamar un taxi, en 15 minutos allí lo teníamos. Un flamante taxi negro y amarillo, con taxista catalán y tomtom, el cual, nos reveló que no se acordaba de donde estaba el Olimpic, pero que llegaríamos sin problemas con el tomtom, y del mismo modo, nos advirtió de que para la vuelta, posiblemente, habría taxistas que no sabrían traernos al hotel, ya que no estaba en la capital, y por que además, estaba recién inaugurado, en una zona de expansión urbanística frenada de raíz por la crisis...